moda rapida

Las marcas “moda rápida” que ofrecen estilos de alta moda a una fracción del precio se han convertido en la última moda en los últimos años. Pero cuando uno ve lo que realmente cuesta poner estos artículos de ropa en el estante, se hace evidente que algo tiene que cambiar. Resultan modas de la forma más rápida y barata posible, pero los trabajadores detrás de sus marcas favoritas son los que pagan el precio. Tiendas como H & M, Zara, y Old Navy han crecido en popularidad en parte debido a sus bajos precios y mercancías en constante cambio. En contraste directo con marcas de alta moda que sólo liberan nuevas líneas para el cambio de estaciones, las marcas de “moda rápida” renuevan sus productos casi todas las semanas. Con el fin de tener ropa a precios bajos, las marcas han recurrido a las fábricas de confección de bajos salarios en Bangladesh, donde los trabajadores hacen unos pocos dólares al día. Pero los bajos salarios no son la única parte débil de estas fábricas. Los edificios son extremadamente peligrosos para el trabajo. Un incendio el 2012 en la fábrica Tazreen Fashions, que produce ropa para marcas como Wal-Mart y Sears, dejó más de 100 muertos. Y en mayo de 2015, otros 72 trabajadores perdieron la vida cuando se produjo un incendio en una fábrica de calzado en las Filipinas. ¿El culpable? Edificios con hacinamiento, sin escaleras de incendios o alarmas de incendios, ventanas con rejas, y productos químicos inflamables y peligrosos. En algunos casos, los trabajadores habían sido encerrados en las fábricas para asegurar que no salga nadie antes de completar sus turnos de a veces 12 a 14 horas. Pero estas no son sólo las condiciones de trabajo las que dan miedo. Algunos empleados tienen que renunciar a parte de su sueldo miserable para vivir en la fábrica. Las mujeres embarazadas son a menudo obligadas a trabajar largas horas sin permisos de maternidad. Otras terminan trayendo a sus hijos pequeños a trabajar con ellas. El documental “El verdadero costo” nos da un vistazo de primera mano sobre la gente trabajadora de las fábricas detrás de nuestras marcas favoritas a la vez que demuestra que ningún vestido es digno de una vida humana.